La salud se considera el bien más valioso que existe en varias culturas. Se la deseamos a la gente que queremos y gastamos grandes cantidades en conservarla. Puede ser por dos razones principales:
1.- Muchas veces, es irrecuperable por más dinero que gastes
2.- Impregna todos los aspectos de nuestra vida, por ejemplo el trabajo, la familia y el descanso
Estas razones son más que suficientes para no dudar en invertir en nuestra salud. Importa remarcar la diferencia entre gastar e invertir, puesto que los enfermeros a domicilio no se trata de un simple gasto, se trata de una inversión a futuro. Cuando te recuperas bien de tu enfermedad, dejas de dedicarle dinero. Entonces, conviene hacerlo en el momento oportuno.
Evitar que empeore
Es buena idea conseguir a alguien que nos ayude cuando estamos en situaciones complejas de salud. Ya sea por la edad o por una enfermedad fuerte, cuando no tenemos quien nos eche una mano se vuelve pesado vivir. Pero la razón principal es prevenir que se agrave por un accidente o un mal cuidado de la enfermedad.
Los remedios caseros ayudan, igual que el descanso. Sin embargo, el cuidado profesional cubre en mayor medida al paciente, ya se para evitar contraindicaciones y para asegurarse de que se cuide correctamente. Muchas veces creemos que estamos cuidándonos bien. Pero la visión de un tercero nos lo confirma.
Apoyo emocional
La empatía humana nos hace sentir bien. Si bien el cuerpo se siente mal, el corazón se puede sentir bien (hablando metafóricamente). El apoyo de otra persona y su cuidado muchas veces aceleran el proceso de recuperación. Además, se vuelve una experiencia más llevadera.
Encuentra a uno entre todos los enfermeros a domicilio que combine con la manera de ser del paciente. Somos humanos, y es normal encajar con algunas personas y con otras no. Dale tiempo para que encuentres a esa persona con quien se hará click, o existirá empatía recíproca.
Gran flexibilidad
Los profesionales del cuidado de la salud se encargan de diversos casos. Cubren tercera edad, niños con discapacidad, también adultos, niños enfermos y casos especiales. Es cuestión de investigar al especialista o a quién más experiencia tenga en el rubro.
Los enfermeros a domicilio se adaptan a la circunstancia, pero de cualquier manera conviene elegir a gente que ya conoce el trabajo. Los niños llegan a tener complicaciones. Los adultos a veces necesitan quién los cargue. Además, se merecen el mejor trato posible.
Analiza la necesidad
Pero antes de contratar a alguien, lo más importante es evaluar a quien lo necesita. Si ya no está en sus posibilidades cuidar de sí mismo, y nadie más puede hacerlo, sin duda necesita de alguien. Se necesita tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Tomar las medicinas a tiempo
- Llevar a cabo la higiene corporal
- Ayudar a desplazarse
- Evitar que se autoinfringa daño, sin querer o a propósito
Recuerda que el enfermero a domicilio será tu brazo para saber que tu ser querido va a estar bien. Deben de mantener bien sincronizados toda la agenda que se debe de cubrir del paciente o del cuidado. Y también te recomiendo que tú le preguntes al cuidado cómo le fue en el día, de ser posible. Él o ella te mostrarán si el trabajo se cumplió de manera efectiva. No es con la intención de dudar, sino solo para asegurarnos que recibió los cuidados como es debido.
También te recomendamos dejar la agenda escrita desde antes para que el enfermero a domicilio se auxilie. Deja de manera clara y concisa una guía para él. Sugiérele que te haga todas las preguntas que necesite para asegurarnos que entendió. La comunicación es clave.
Conclusión sobre los enfermeros a domicilio
Nuestros seres queridos merecen el cuidado de alguien. Claro, si no están en condiciones de cuidarse por sí solos. Los niños no conocen mucho de cuidados, entonces es necesario si no hay alguien mayor para hacerlo. El caso de los adultos mayores es parecido, puesto que ya no cuentan con la fuerza para hacerlo por sí solos.
Contratar a alguien a tiempo nos ahorra costos más elevados en un hospital. O incluso consecuencias irreversibles. Es salud el tema a tratar, después de todo. Por eso, previene con una persona de confianza y déjale una guía para que no se le olvide nada y cuide de manera efectiva a tu ser querido.
Además, tener la compañía de alguien siempre reconforta. Somos humanos y la carne llama a carne. Somos mamíferos y la empatía de otro ser humano dedicándonos tiempo alivia las dolencias.
No importa cuál sea el malestar, casi siempre habrá alguien experimentado para ayudar con ese caso en particular. Tómate el tiempo de encontrar a esa persona que se dedique a lo que te acontece. Ya sean problemas mentales, físicos o de edad, existen especialistas en el rubro.
